De la EHGNA a la EHGNA: transformando el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad hepática esteatótica 2025


En los últimos años, el conocimiento sobre la enfermedad hepática esteatósica ha evolucionado significativamente. La terminología tradicional de enfermedad del hígado graso no alcohólica (NAFLD) ha sido reemplazada por enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD). Este cambio busca mejorar la precisión diagnóstica, eliminar el estigma asociado al término “graso” y reflejar con mayor claridad los factores metabólicos que impulsan la progresión de la enfermedad.

¿Por qué el cambio de NAFLD a MASLD?

El término NAFLD se introdujo en la década de 1980 para describir la acumulación de grasa en el hígado en ausencia de un consumo significativo de alcohol. Sin embargo, con el tiempo, se ha evidenciado que esta enfermedad no es solo una condición hepática aislada, sino que está estrechamente vinculada a trastornos metabólicos como la obesidad, la diabetes tipo 2, la hipertensión y la dislipidemia.

MASLD enfatiza el papel de la disfunción metabólica en la enfermedad, permitiendo una mejor estratificación del riesgo y evitando la confusión con otras enfermedades hepáticas. Además, este cambio busca facilitar la estandarización en la investigación y en la práctica clínica, alineando el diagnóstico con las realidades metabólicas subyacentes.

¿Cómo se diagnostica MASLD?

El diagnóstico de MASLD se basa en la presencia de esteatosis hepática junto con al menos un factor de riesgo cardiometabólico, como:

✔️ Obesidad o sobrepeso
✔️ Diabetes tipo 2 o prediabetes
✔️ Hipertensión arterial
✔️ Dislipidemia (niveles elevados de triglicéridos o colesterol)

A diferencia de NAFLD, MASLD no se define por exclusión, sino por la presencia de estos factores metabólicos, lo que permite una mejor identificación de pacientes en riesgo y un enfoque más proactivo en su manejo.

MetALD: Cuando el alcohol también influye

Otro concepto nuevo es el de Metabolic and Alcohol-Related Liver Disease (MetALD), que reconoce la coexistencia de la disfunción metabólica con un consumo moderado de alcohol. Este término es relevante porque hasta ahora, los pacientes con enfermedad hepática grasa y consumo de alcohol quedaban fuera de la clasificación de NAFLD, a pesar de compartir características clínicas y factores de riesgo.

Con esta actualización, se podrá abordar de manera más efectiva a los pacientes con patrones de consumo de alcohol moderados pero con alto riesgo metabólico, permitiendo un mejor manejo clínico.

Implicaciones clínicas y retos en la implementación

El cambio a MASLD supone avances importantes, pero también enfrenta desafíos:

🔹 Educación médica: La transición requiere capacitación para médicos y profesionales de la salud en el nuevo sistema de clasificación.
🔹 Codificación y registros médicos: La adaptación en los sistemas de salud e investigación puede tardar tiempo en implementarse de manera uniforme.
🔹 Concienciación en pacientes: Es importante informar a los pacientes sobre este cambio y su relevancia para mejorar la prevención y el tratamiento.

Conclusión

El paso de NAFLD a MASLD es más que un simple cambio de nombre: representa una evolución en la forma en que se entiende y maneja la enfermedad hepática esteatósica. Al reconocer el papel clave de la disfunción metabólica, esta nueva clasificación permite un diagnóstico más preciso, un tratamiento más dirigido y una mayor conciencia sobre la relación entre el hígado y la salud metabólica.

🔍 Palabras clave: MASLD, NAFLD, MetALD, hígado graso, enfermedad hepática, disfunción metabólica.


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